"Este mes estoy muy limitado con mi presupuesto así que, para tomar una oferta que no puedo rechazar, voy a sacrificar mi colección de monedas.
Señoras, me han servido con honor, honra y orgullo ¡Muchísimas gracias por su servicio! "
Así que por eso terminé consiguiendo esto:
Los dos juegos por $440, una cifra sustancialmente más generosa que la oferta que vi del GTAIV y sus episodios por $400 en un lado, y el GTAIV común a $500 en otro.
Lo único malo es que, debido a que mi tele de tubo se come el extremo superior, inferior y parte de los costados de la imagen, sólo llego a ver la mitad del mapa inferior del juego y ningún subtitulado, así que tras probarlo un rato, creo que lo voy a tener guardado hasta que algún día pueda tener una TV que me muestre todo lo que necesito. Una pena.
¡Ah! ¿Y el inFAMOUS 2?
Con una semana de diferencia entre uno y otro, conseguí el primer juegote de la serie.
$150. Hoy día es un precio muuy aceptable. Sin embargo, el juego no incluyó manual, mostraba huellas de haber sido toqueteado de forma desprolija y hasta tiene una minuscula e incisiva raya en donde le imprimen el dibujo. No se si esto me dará problema en algún momento de la partida, esperemos que no. La explicación de este insípido descuido es que el juego se lo regalaron a un nene de 11 años quien lo probó un rato y lo olvidó.
A diferencia de la secuela que conseguí, este juego viene con doblaje español. Sin embargo, me encanta la rasposa voz del protagonista Cole, quien en esta entrega parece más oscuro desde un principio que en su secuela. De hecho, todo parece más oscuro, depresivo y turbio.
Como nota de color, creo que estos son los primeros juegos que me cruzo de PS3 donde conseguir sus trofeos resulte plenamente accesible debido a la nula intrusión del modo online (salvo en la secuela, pero aun así no fastidia).
Por último, un detalle medio desprolijo de estas entregas en caja roja es que, cuando la tapa del juego incluye del otro lado una ilustración, la misma se pierde debido a la falta de transparencia del plástico. Una mariconada, bah
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